Seventeen Seconds (1980), Faith (1981) y Pornography (1982) son los verdaderos tres primeros álbumes de The Cure. "Three Imaginary boys" apareció en 1979 pero fue decisión de la disquera seleccionar las canciones que incluía así como el diseño de su portada sin consultar a la banda o a veces contra los deseos de la banda, como fue el caso de la inclusión del cóver a "Foxy Lady" de Hendrix que solo fue una improvisación en el estudio para hacer "sound check". Por otro lado, el álbum "Boys Don´t Cry" que apareció en 1980 es oficialmente una compilación, por lo que tampoco contaría.
Los discos fueron conocidos por mucho tiempo como la "Trilogía Dark", pues el sonido de la banda ya no es tan punk como al inicio y aún no desarrollaba ese sonido romántico popero que dominaría los discos que siguieron hasta el que los lanzaría como estrellas globales, el "Kiss me, Kiss me, Kiss me" de 1987.
Con pocas canciones conocidas, tal vez solo un par en Seventeen Seconds, como el himno "Play for today" coreado por el público en las presentaciones en vivo de la banda o el clásico instrumental "A Forest", tristemente covereado por la muy mediocre banda española "Olé olé".
La falta de canciones populares, lejos de ser un problema, permite escuchar estos discos como una unidad, ya sea cada uno por separado o, si se tiene el tiempo y los ánimos para evitar caer en depresión, los tres de una sola vez.
The Cure no volvería a sonar tan oscuro hasta 1989 con "Desintegration". En 2002 muy hábilmente Robert Smith buscó cambiar la narrativa de que la verdadera trilogía de la banda eran "Pornography", "Desintegration" y "Blood Flowers" del 2000, probablemente solo buscando una forma de empujar al último que de cualquier forma tuvo un desempeño en ventas muy malo.
En algo tenía razón Smith, después de estos tres discos, The Cure solo volvería a sonar así hasta Desintegration y lo haría para nunca más regresar a ese sonido.
Es frecuente escuchar cómo el punk de los 70 cimbró al mundo de esos años. Falta mucho por documentar como en esa década se gestaron los movimientos (disco, hip-hop, electrónica) que dieron origen a la música que oímos hoy.
Estos tres discos son una excelente fotografía de un momento en que, al inicio de una década, algunos grupos de músicos en Estados Unidos y el Reino Unido dejaron el punk pero se quedaron con la sencillez de su fuerza expresiva para dar origen al goth, al new wave y otras variantes de esa idea que se escucharon los siguientes diez años.
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