Melodías

I.

Como parte de una de varias inicativas de Matketing, Spotify ha invitado a muchas bandas de todos tipos (recientes y no tan recientes) a grabar actuaciones en vivo.

Un día invitaron a Imagine Dragons y a ellos se les ocurrió grabar un cóver de "Blank Space" de Taylor Swift combinada con el clásico “Stand by Me”. Presentando la canción, el olvidable vocalista de los Dragons comienza diciendo: “realmente amo las melodías de esta canción, creo que son absolutamente brillantes, es realmente una gran composición de melodías”.

Sea por pose o por necesidad ensayada (nada es tan “cool” como considerar “cool” lo que nadie más cree que es “cool”) aclara inmediatamente después de  algunas discretas risas del público “No, en serio, adoro las melodías de esta canción”.

Sería demasiado presuntuoso de mi parte plantear una teoría sobre qué cosas hacen de una canción una GRAN canción. Pero con los años creo estar bastante aproximado a tener claro al menos un criterio. Muchas grandes canciones tienen una gran riqueza melódica. Tienen no solo una gran melodía, sino muchas. Las grandes canciones no tiene un gancho o "hook" que las hace memorables. Las grandes canciones son memorables de inicio a fin y en cada momento nos obsequian con nuevos tesoros melódicos.

Es por eso que no respeto a Adele, que además de sus voz "plana", en su canción más memorable repite 47 veces la misma melodía de sus coros. Es lo que me parece hará de Bruno Mars una gran estrella que se consumirá por el mismo tedio que produce la forma como repite una sola buena melodía en las canciones que interpreta. "Girls hit your Hallelujah","But they got nothing on you baby". Y no, no encontrarán nada adicional en la única melodía encantadora que se repite hasta el cansancio sin ofrecer nada más.

Ejemplos negativos adicionales sobran, pero conviene más enfocarse en los buenos ejemplos:

Blank Space es una canción que apenas en sus primeros veinticinco segundos, cuando apenas hemos escuchado a Taylor cantar cinco estrofas, estas se nos ofrecen con tres melodías distintas. Por supuesto, la composición además del ingenio de Taylor está compuesta también por Max Martin y compañía (en serio, revisen quién es Max Martin para entender los últimos 20 años del pop). Taylor nos ofrece en una canción unas siete u ocho melodías memorables que para cualquier otro artista de mediana estatura habrían sido material para sendas aburridas canciones que conformarían todo un olvidable álbum pop.

Para los no muy informado sobre lo que hace una buena composición, parecería que la idea de Ryan Adams de grabar el álbum 1989 de Taylor sería una ejecución que requirió del máximo ingenio musical. No se confundan, Adams fue un oportunista que más allá del glamour de la estrella pop supo reconocer la grandeza de varias grandes composiciones de Swift y solo tomó ventaja de ellas.

II.

Cuando esta composición apareció y fue un éxito global, la revista Guitar Player publicó lo que debía ser un análisis de su estructura que terminó siendo un ensayo antropológico sobre cómo la música puede ser un instinto primario (la improvisación, el "jam") o algo que nos hace como humanos racionales y con intenciones, esencialmente distintos a otras especies animales. En un gran ejemplo de cómo a través de la armonía se puede construir y liberar tensión para contar una conmovedora historia, Lisa Loeb además nos regala con al menos ocho hermosas melodías.

  

III.

Pocas veces, muy pocas veces los grandes escritores de letras hacen grandes composiciones musicales. Por ello el éxito de la alianza de Elton John y Bernie Taupin donde cada quien se enfocaba a hacer bien lo suyo. Aunque algunas veces la capacidad de hacer letras que nos transmiten emociones y componer la música que nos hace sentirlas como si vinieran de la misma persona.

Joan Manuel Serrat lo logró varias veces y a veces la necesidad de acomodar en una canción las historias que sus letras querían comunicar lo obligaron a crear melodías muy ingeniosas. Tal vez Penélope no sea tan rica en construcciones melodicas como otras canciones, pero la necesidad de ajustar las cuatro o cinco melodías a lo que requería la composición de sus letras llevó en esta canción a variaciones sobre esas melodías que la hacen de una riqueza memorable.

El escucha promedio solo notará cómo la historia se desarrolla sobre un personaje del que podemos sentir simpatía y ternura a alguien que nos puede llevar a sentir una lástima que nos duele. De la ternura de la joven que románticamente "se sienta en un banco del andén y espera que llegue el primer trene" a la "pobre infeliz"  a la que "se paró su reloj infantil" tiene que transcurrir la genial transformación de unas pocas melodías que creativamente se ajustan a la necesidad de la historia que se cuenta.

Serrat además recurre a un personaje de los clásicos, porque como dijo Gaudí, "la originalidad es regresar al origen". Y uso la versión de Diego Torres que aunque mediocre compositor tiene una mejor ejecución vocal que el (en muchas otras cosas más) grande Serrat.

IV.

He comentado como el legado más importante de una banda puede encontrarse claramente en aquél álbum que la banda ha ejecutado más veces en vivo. Pero ni siquiera hay que llegar a ese análisis para reconocer que el gran legado de Café Tacvba es el álbum Re. Durante años, todos sus conciertos terminan con una emotiva ejecución a "El Baile y el Salón", canción que contiene en su esencia una burla/homenaje a la música disco (con imitación de coro a los Bee Gees) y una abierta burla a Luis Miguel, donde en vivo la banda invita burlona y burdamente los pasos de baile de "El Sol" en alguna de sus canciones.

Aún cuando, como en el mencionado bodrio de Adele, "El Baile y el Salón" repite múltiples veces una melodía coral: "pa parapapa euo eo", a diferencia de la lamentable canción de Adele, este coro no aburre porque va en una canción donde lo acompañan al menos otras cuatro melodías más distintas acompañadas de una sección de transición (un "puente") radicalmente distinta.

Hay muchas cosas que no tolerar del Café Tacvba de la actualidad. En su tiempo y desde entonces "El Baile y el Salón" ha sido una gran canción que hace el mejor apoyo a la causa de las minorías LGBQTI. Qué mejor acción normalizadora que una canción romántica de una banda hetero que como pueda hablar de cualquier romance, habla de uno más, un romance entre dos personas homosexuales. Otros actos recientes parecerían más de pose como para si quiera mencionarlos.

Mucho puedo hablar de lo patético que me parece la hipocresía de Café Tacvba, que un día recauda fondos para llevar una planta de luz a una comunidad indígena en Chiapas, para después decir que el evento "fue una pendejada que se le ocurrió a la disquera". Escuchar a Rubén Albarrán "condenar a las grandes empresas capitalistas" exactamente en un concierto donde 80,000 personas pagaron un promedio de $600MXN por un boleto, es una de varias anécdotas.

Pero lo que para este blog dedicado a la música se vuelve inaceptable, es que esa banda que en su momento llevó al Rock Mexicano a otros nivele de sofisticación haya terminado en generar pobrezas melódicas como la siguiente. Las creaciones que se puedan considerar más execrables de cualquier género, incluyendo ese objetivo fácil y mal entendido que es el Reggaeton, generalmente son más sofisticadas y apreciables que pendejadas monótonas como esta: