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Las campanas más ochenteras - Tubular Bells en el DX7

Pocos sintetizadores tan influyentes en la historia de la música como el Yamaha DX7. Fue el primer sintetizador en vender más de 100,000 unidades y mientras se produjo se vendieron hasta 200,000 y aún es uno de los instrumentos electrónicos más vendidos de la historia.

Yamaha DX7

De sus usados y tan abusados sonidos preprogramados frecuentemente se habla de sus pianos y órganos eléctricos y sus bajos (la introducción de Seinfeld). Pero uno de los sonidos que más me ha obsesionado por años han sido las campanas nombradas "Tubular Bells", que se pueden oír en prácticamente toda esta canción:


Para los fans del DX7, aquí un playlist de canciones de todo tipo que usan las famosas campanitas y un texto sobre la historia de FM y el DX7.


John Chawning 

El Dr. John Chowning dirigía en el CCRMA de la Universidad de Stanford a un equipo de investigación que buscaba proponer un modelo matemático discreto para simular y estudiar, en las grandes computadoras de la época, el efecto de vibrato.

Para entonces era obvio que el efecto de variación rápida y mínima que define al vibrato era producido al agregar una onda de baja frecuencia a cualquier sonido musical, ya fuera por el movimiento oscilatorio de un dedo oprimiendo una cuerda de guitarra o por un oscilador de baja frecuencia en un sintetizador analógico.

Chowning logró demostrar que cuando la frecuencia de la onda que produce el vibrato se encuentra por encima del rango subsónico, se obtiene una variación en el timbre del sonido, no en su altura. La onda que, en otros casos, produce el vibrato,  realiza una función de modulación en frecuencia sobre la onda que contiene el sonido original (portadora).

Si bien la modulación en frecuencia había sido ampliamente estudiada en sistemas de radio, la principal aportación de Chowning fue el estudio de las relaciones de los distintos parámetros de un sistema de modulación en frecuencia y la relación que éstos tenían con los diversos timbres que se podrían obtener.

Después de publicar varios documentos sobre el trabajo, la Universidad de Stanford llamó a los diversos fabricantes de sintetizadores para que conocieran las posibilidades de la técnica. Yamaha se interesó en poder utilizar el trabajo de Chowning y su equipo en productos comerciales, por lo que dedicó presupuesto al desarrollo de productos que permitieran implantar FM de una manera sencilla para los usuarios promedio de sintetizadores.

Yamaha y el GS1

El primer producto basado en FM, que Yamaha lanzó al mercado, fue el GS1. El GS1, sin embargo, no tuvo éxito y fue discontinuado. Los expertos consideran que este primer intento fracasó principalmente por tener un precio muy alto comparado al de otros sintetizadores de la época y sus limitadas capacidades de programación.

Yamaha GS1 en el CCRMA de Stanford

Como invariablemente ocurre, los costos en el hardware se reducirían algún día. El principal problema que Yamaha tenía que resolver era el diseño de una interfaz de programación sencilla que permitiera a los músicos explorar las posibilidades timbrales de la tecnología, sin involucrarse con los detalles del análisis matemático.

Esto no era fácil, si consideramos que tal labor constituye todo un arte sin reglas fijas, donde no es fácil encontrar la relación de cómo la variación de un parámetro permite obtener el sonido deseado. Si era difícil lograr resultados variando parámetros en un modelo conocido, más difícil es la construcción de un arreglo de pares de moduladoras y portadoras desde cero para obtener un sonido audible.

En este primer modelo, el enfoque de Yamaha fue programar una cantidad determinada de modelos, en cada uno de los cuales, uno o varios pares de moduladoras y portadoras eran arreglados en formas que produjeran sonidos aceptables. El usuario tenía mínima interacción con los parámetros involucrados y no podía definir nuevos modelos, lo que era limitante para el proceso creativo. Los usuarios de sintetizadores analógicos que veían este hecho como una regresión a los primeros sintetizadores híbridos con conjuntos de parámetros preprogramados.

Las familias DX y TX

En modelos posteriores, Yamaha enfrentó el problema de programación introduciendo un modelo conceptual que daba acceso al usuario a arreglos ya probados de moduladoras y portadoras de los cuales podía obtener sonidos únicos al modificar sus parámetros. Fue de los primeros sintetizadores en contar con puertos MIDI y permitía aditamentos como controladores de aliento y pedales de volumen.

La base del modelo de Yamaha se encuentra en un componente llamado operador. Cada operador se relaciona con otros operadores a través de un algoritmo. Este modelo fue implantado en la línea de sintetizadores con teclados DX y en la línea de sintetizadores modulares montables en estantes (rack-mountable modules )  TX, siendo el más popular de todos ellos el DX-7 y sus variantes posteriores (DX-7II, DX-7IID, etc.).

Ejemplo de un algoritmo FM: el número 3 en un Yamaha DX-7.
Cada bloque representa un operador que a su vez es un componente
de software que simula a un oscilador.


Un operador consiste en la representación de un componente de software que hace las veces de un oscilador. La salida de un operador puede ser conectada a una de las entradas de otro operador para realizar la modulación en frecuencia. Para cada voz, el DX-7 tiene definido el uso de 6 operadores, la forma particular como estos 6 operadores se interconecten está definida por alguno de los 32 algoritmos predefinidos de fábrica. Si bien el usuario no puede modificar la estructura de los algoritmos, sí tiene la capacidad de variar los parámetros de cada operador.


Figura 2‑31 - Diagrama de un operador FM

El DX-7 fue el más popular de los sintetizadores desde su aparición hasta finales de la década de los 80’s, aparece en la gran mayoría de las grabaciones de música popular de la época y probablemente fue el último sintetizador al cual por su carácter de legendario se le reconoció un papel protagónico en las grabaciones donde se usó. Prácticamente cualquier músico de sesión contaba con uno; en 1988 ya era estándar la mancuerna Yamaha DX-7 y Roland D-50, hasta 1989, tal vez, cuando lo más común era contar con un D-50 con un Korg M1.





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