De David Bowie se podrían seleccionar muchos discos que son memorables y generalmente las canciones individuales que más escucho de Bowie se encuentran en otros discos. “Ashes to Ashes” de Scary Monsters es probablemente una de mis canciones favoritas que más escucho de de cualquier género. Su composición, letra, arreglos, experimentación sonora con sintetizadores y hasta el video son un legado para la historia universal de la música. De adolescente pocas canciones me gustaban tanto como “Blue Jean”, de la época que para sus fans es probablemente la más decadente de Bowie. En los 90 Bowie sonaba más contemporáneo que los grungeros que tenían más de nostalgia que de originalidad y ya ni que decir de los clásicos que Bowie generó en los años 70.
Pero hay un disco particular de Bowie que me conmueve.
Hay discos y colecciones de discos que se mencionan hasta el cansancio. Durante mi vida he conocido una cantidad importante de gente que habla del “Umma gumma” de Pink Floyd para darse un status de conocedores del rock y he encontrado muy fácil descubrir que de ellos muy poco han escuchado si quiera la mitad. Lo mismo puedo decir de gente que dice conocer la música de Frank Zappa, Miles Davis y hasta The Cure.
Es el mismo caso de la famosa trilogía de Berlín de David Bowie, que frecuentemente es citada por gente que no ha escuchado más que “Heroes”. Y con ello me refiero a haber escuchado la canción, ni siquiera el álbum completo que es solo uno de la famosa trilogía.
Low es el primero disco de la trilogía. Si una cualidad de un clásico es la de ser atemporal, Bowie muchas veces estuvo más allá de eso y pocas veces tanto como en Low. Bowie, al momento que escribo esto, lleva más de 43 años a sonado a futuro con este disco. Y no al futuro de regímenes dictatoriales, pandemias, panópticos cibernéticos y tantas otras distopías a las que se asocia nuestra visión del futuro.
Bowie espera con ansia, sentado y pacientemente el regalo del sonido y la visión en un sencillo cuarto azul donde vivirá algún día (Sound and visión). Encuentra esperanza en imaginar un inicio completamente nuevo con un nuevo empleo en una nueva ciudad (A new career in a new town) y después de vivir en cada lugar del mundo decide que su mejor futuro es pedir a alguien que comparta su vida y se quede con él (Be my Wife).
Bowie hace soñar con un mejor futuro porque parte de no sentir vergüenza de su presente ni de las aspiraciones sencillas del ser humano promedio.
Bowie sin estar con nosotros, sigue siendo nuestro futuro.
Comentarios