De los años en que el virtuoso Joachim Kühn no se avergonzaba de tocar los teclados (no el piano) en bandas de Jazz fusión (incluso palomeó un buen tiempo con Jean-Luc Ponty).
Toda la vida me preguntaré si el cuate habría sido más famoso sino hubiera nacido en Alemania, pero también me da la impresión que era un cuate demasiado liberado de sí mismo y de su arte como para establecer una marca a partir de su persona (alguna vez dijo que después de dos años, una banda terminaba siendo lo mismo de siempre y eso era aburrido, por eso vivía brincando de una cosa a otra). Incluso de tener una exitosa carrera en el jazz fusión en algún momento decidió botar los enchufes y concentrarse totalmente en el piano.
En esta grabación con el guitarrista belga Philip Catherine, es inevitable pensar en la guitarra de Allan Holdsworth.
Si bien Holdsworth es, siendo bien claros, mucho mejor guitarrista que Catherin, los teclados y la guitarra me parecen crear un diálogo más rico aún que en la dupla que armaban por esos años Holdsworth y Gordon Beck. Y no es que éstos últimos hicieran cualquier cosa, para muestra:
Buenas opciones para la contemplación (que no relajación, ésto no es música para "masaje holístico", "meditación" u otra jalada de gente que no tiene control de su persona) en estas vacaciones forzadas.
¡Más respeto para el Jazz Fusión"
Toda la vida me preguntaré si el cuate habría sido más famoso sino hubiera nacido en Alemania, pero también me da la impresión que era un cuate demasiado liberado de sí mismo y de su arte como para establecer una marca a partir de su persona (alguna vez dijo que después de dos años, una banda terminaba siendo lo mismo de siempre y eso era aburrido, por eso vivía brincando de una cosa a otra). Incluso de tener una exitosa carrera en el jazz fusión en algún momento decidió botar los enchufes y concentrarse totalmente en el piano.
En esta grabación con el guitarrista belga Philip Catherine, es inevitable pensar en la guitarra de Allan Holdsworth.
Si bien Holdsworth es, siendo bien claros, mucho mejor guitarrista que Catherin, los teclados y la guitarra me parecen crear un diálogo más rico aún que en la dupla que armaban por esos años Holdsworth y Gordon Beck. Y no es que éstos últimos hicieran cualquier cosa, para muestra:
Buenas opciones para la contemplación (que no relajación, ésto no es música para "masaje holístico", "meditación" u otra jalada de gente que no tiene control de su persona) en estas vacaciones forzadas.
¡Más respeto para el Jazz Fusión"
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