Estos tres covers son encantadores, cada uno en una manera distinta.
Pero tienen algo en común... los tres tienen limitaciones que se hacen tolerables sólo por tratarse de una gran canción. Es decir, sólo revelan que John Lennon fue un gran compositor... al grado que sus composiciones dejan mucho de margen de error para el ejecutante.
Por cierto, oyendo esos covers y regresando a la original, nunca volverá a minimizar las aportaciones de Ringo Starr a las grabaciones de los Beatles. La gran rítmica de la batería de Starr es un elemento gravemente omitido en los tres covers anteriores.
Pero tienen algo en común... los tres tienen limitaciones que se hacen tolerables sólo por tratarse de una gran canción. Es decir, sólo revelan que John Lennon fue un gran compositor... al grado que sus composiciones dejan mucho de margen de error para el ejecutante.
Por cierto, oyendo esos covers y regresando a la original, nunca volverá a minimizar las aportaciones de Ringo Starr a las grabaciones de los Beatles. La gran rítmica de la batería de Starr es un elemento gravemente omitido en los tres covers anteriores.
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